Un tren eléctrico que cubra toda la Gran Área Metropolitana (GAM) y que propicie un transporte público intermodal con otras alternativas como buses, taxis y hasta parqueos para los vehículos privados, es lo que visiona Álvaro Bermúdez, nuevo presidente del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer).
El funcionario, adelanta que la propuesta de su antecesor Mario Bermúdez de construir solo una línea de tren en esta administración entre Paraíso de Cartago y San José ya fue desechada, a la vez que se piensa en un tren eléctrico para Cartago, San José, Heredia, Belén y Alajuela.
La obra, no necesariamente costaría $1.550 millones como propuso el gobierno de Carlos Alvarado, sino que podría optimizarse para hacerla más barata y contar con la viabilidad política, social y económica que requiere un plan de esta naturaleza.
¿Cuáles son sus planes para el tren eléctrico?
Lo principal es pensar en mejorar todo el sistema en sí, en su integralidad y no optar únicamente solo por una línea.
Todas las líneas de tren requieren de algunas mejoras y también pensar a mediano plazo en un proyecto.
Para dejarlo claro, ¿usted no va únicamente por la línea de Cartago San José como el anterior presidente ejecutivo?
Es correcto. Nosotros vamos a impulsar un proyecto integral para toda la Gran Área Metropolitana.
¿Cuál es la visión que tiene sobre esta obra?
El tren tiene un recorrido específico y por ello, es difícil salirse del derecho de vía que ya existe. Puede ser que pensemos en algún ramal, pero es importante centrarse en lo que ya existe.
Este es un proyecto que le va a permitir a las personas desplazarse entre las principales ciudades de la Gran Área Metropolitana, ofreciendo una serie de alternativas de movilidad muy flexibles.
Hablamos de un transporte intermodal, de manera tal que se integren buses, taxis y hasta transporte privado. La idea es que el tren se integre a otros transportes.
¿Cuánto costaría esta obra y de dónde sacaría el gobierno el dinero para desarrollarla?
Efectivamente es un proyecto muy costoso, pero también para muchos años, entonces, no debemos pensar que se trata de un gasto, sino de una inversión para el país, ya que esta alternativa de movilidad permitirá reducir la congestión, la contaminación y le permitirá a los ciudadanos ahorrar tiempo y dinero.
El gobierno anterior tenía una propuesta de unos $1.550 millones con muchos pasos elevados, con doble vía y una frecuencia muy alta, por lo que se requerían de muchos trenes.
Nosotros vamos a pensar en un plan práctico, lo que implica no necesariamente que todo el trayecto sea elevado, además de frecuencias de diez minutos y no cinco minutos.
Todo esto hay que analizarlo y llegado el momento, podríamos decir que el costo del proyecto será de mucho menos dinero. Vamos a hacer una optimización de lo que se ha hablado.
Tenemos que ajustarnos a la realidad país que tenemos y no pensar en un proyecto totalmente elevado.
Por otra parte, ya tenemos aprobados $550 millones con el BCIE y yo creo que si presentamos un buen proyecto, bien justificado y que se pueda sostener técnicamente, el banco podría aumentar un poco el préstamo.
¿Cuánto costaría la obra?
En este momento yo no tengo un monto específico, pero sí creo que será mucho más barato de lo que se indicó inicialmente ($1.550 millones). Podemos tener un tren adecuado con menos dinero y sí, podríamos hablar de un rango entre $800 y $1.200 millones, pero pienso que lo podemos bajar más aún. Hay que adaptarse a la situación fiscal del país, optimizar los recursos y meter ingeniería.
¿Se puede decir que ya se trabaja contra el tiempo?
Sí. Es un reto bastante grande, pero estoy seguro que con el apoyo del equipo y el ministerio lo vamos a sacar adelante.
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