Las festividades de la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, fueron el marco propicio para evocar -y rescatar- el legado cultural de la comida tradicional guanacasteca.
Su gastronomía autóctona hace saborear, a más de uno, las recetas, que van más allá de la tortilla palmeada, el olor a leña, las rosquillas, la cuajada y las tanelas.
Guanacaste tiene un vasto repertorio de alimentos y recetas, que pasan de generación en generación, y representa uno de los rasgos más importantes de su cultura.
La embajadora de la cocina tradicional guanacasteca, y miembro de la Casa de la Cultura de Liberia, Magdalena Angulo, contó que son muchos los platillos y recetas que guardan la historia de los ancestros, así como los utensilios de cocina.
Los guanacastecos crearon la olla de barro, el comal para las tortillas, las tinajas para mantener fresca el agua, la cuchara de jícara, el pascón y el guacal. “Estos utensilios les dan un mejor sabor a los platillos”, mencionó Magdalena.
Además de la tradicional tortilla, está el gallo pinto guanacasteco, que solo lleva arroz, frijoles y cebolla.
Los científicos -quienes han estudiado las conocidas zonas azules del mundo- coinciden en la conveniencia de llevar una alimentación sencilla y saludable.
La Península de Nicoya, junto a Loma Linda, en Estados Unidos, Icaria en Grecia, Cerdeña en Italia y Okinawa, en Japón, son las zonas azules.
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