Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Kevin Soto, pescador de Guácimo, estuvo aislado siete horas en el río Guácimo junto a sus cuatro perras durante una cabeza de agua; había llegado en la mañana al antiguo tajo municipal, pero una crecida repentina lo dejó atrapado con sus animales en un islote.
El nivel del agua aumentaba; sin celular activo, logró recibir una llamada y alertar de su situación antes del anochecer del lunes.
“No me lancé al río por mis perras… se me estaban muriendo de frío”, declaró después del rescate realizado por Cruz Roja y bomberos.
Aislado sobre unas piedras, cubrió a sus perras con hojas para protegerlas del frío, mientras esperaba la llegada de los rescatistas.
El aviso se dio a las 7:30 p. m.; la operación de rescate concluyó a las 12:55 a. m. del martes, según reportó Rónald Brenes.
La luz de su celular fue clave para que los socorristas lograran ubicarlo entre la vegetación y el agua crecida del cauce.
Soto eligió quedarse con sus perras hasta el final, y gracias al rescate, todos fueron llevados a tierra firme sanos y salvos.
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