Las atractivas ventajas del reglamento a la Ley No.10,208 de Nómadas Digitales, firmado por el gobierno, atraerá a un vasto mercado de jóvenes -entre 20 y 40 años- que en este momento son 35 millones y en el 2035 llegaría a mil millones en todo el planeta.
Este grupo laboral, propio del siglo 21, trabaja desde cualquier lugar del mundo, viajan de un lugar a otro, o dentro del mismo país, siempre que puedan tener una conexión adecuada a la internet y reciban una serie de beneficios fiscales y profesional a su nivel.
Tras 11 meses de espera, quedaron establecidas las condiciones de ingreso, la estancia y los incentivos fiscales, de que disfrutará esta generación de profesionales extranjeros, quienes trabajan desde cualquier lugar con su computadora y conexión a la internet.
Entre los beneficios del reglamento destaca la posibilidad de ofrecer servicios digitales de forma remota e instalarse en el país, con una visa por un año, no pagar el impuesto de la renta, ni el impuesto a la importación de sus equipos tecnológicos.
El Presidente Rodrigo Chaves calificó la ley de visionaria, adelantada a su tiempo y agradeció a los empresarios, quienes presionaron al gobierno para redactar y aprobar el reglamento respectivo.
La exención total del impuesto sobre sus utilidades y del cumplimiento de los deberes formales y materiales ante la Dirección de General de Tributación, es otra de las ventajas estipuladas en el Reglamento, según el Ministro de Hacienda, Nogui Acosta.
Mejor que un turista
Los nómadas digitales son un mercado en ascenso, debido a los cambios generados por la tecnología en el concepto de trabajo, vinculado en este siglo a la Internet y a la ubicuidad que las redes sociales permiten a los nuevos profesionales.
Su labor va más allá del teletrabajo, pues mientras están de paso por un lugar -en este caso Costa Rica- realizan actividades turísticas, solos o con su familia, y establecen una relación más intensa con las comunidades donde viven.
Estimaciones realizadas por el Ministerio de Turismo consideran que un nómada digital puede generar anualmente de $100,000 a $200,000, mientras el promedio de un turista -en ese mismo periodo- oscila entre $80 mil y $120 mil.
Los encadenamientos productivos también son mayores, debido a que los visitantes gastan su dinero en “vivir” en el país; ya que compran servicios no tradicionales: salones de belleza, gimnasios, consultas médicas, educación, alquileres y otros.
Para acceder a todos los beneficios de la ley los nómadas deben de tener un ingreso mínimo de $3,000, si viajan solos, y de $4,000 si es con su familia, según informaron fuentes de la Casa Presidencial.
Costa Rica es un país con las condiciones idóneas para atraer a esta nueva generación de teletrabajadores; la combinación de medio ambiente, el acceso a la internet y la idiosincracia del tico, son un terreno fértil para generar riqueza con estos profesionales.
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