Imagen por Mikhail KLIMENTYEV / POOL
Kujenkino, Rusia | AFP El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó el jueves la “contribución” en Ucrania del jefe de la milicia Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien se rebeló contra el Kremlin a finales de junio, y prometió investigar “a fondo” su muerte en un avión que se estrelló el miércoles cerca de Moscú.
Prigozhin era “un hombre con un destino complicado, que cometió graves errores en su vida, pero que obtenía los resultados que se proponía”, afirmó Putin en una intervención transmitida por televisión, en la que también presentó su “sincero pésame” a los familiares de las víctimas del siniestro aéreo.
En el vuelo viajaban otra nueve personas, entre tripulación y pasajeros, y ninguna sobrevivió.
La declaración de Putin, que calificó lo ocurrido de “tragedia”, fue la primera confirmación oficial de que el jefe de Wagner había muerto.
El siniestro se produjo exactamente dos meses después del alzamiento en armas fallido de Prigozhin contra el Estado Mayor ruso, alentando las especulaciones de un eventual asesinato orquestado por el Kremlin.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró este jueves que su país no tiene “nada que ver” con la muerte del jefe de Wagner.
Las autoridades rusas abrieron el jueves una investigación sobre las causas del accidente aludiendo a una “violación de las reglas de seguridad del transporte aéreo”, pero no evocó ninguna pista en particular.
– Flores y calaveras –
Entre los presuntos fallecidos también se encontraría Dmitri Utkin, mano derecha de Prigozhin. Este exoficial de los servicios de inteligencia militar rusos ejercía como comandante operativo de Wagner.
También estaría a bordo Valeri Chekalov, que según los medios rusos era responsable logístico del grupo.
En la localidad de Kujenkino, cerca de la cual se estrelló el aparato, un habitante, Vitali, dijo haber “escuchado un ‘bum'”. “Miré hacia arriba y vi un avión, con humo blanco por encima”, dijo en un vídeo difundido por el medio Fontanka.
En redes sociales, varias cuentas próximas a Wagner -que no tiene presencia oficial en línea- mencionaban el miércoles por la noche la hipótesis de un disparo de misil tierra-aire para explicar lo ocurrido.
Algunos internautas se refirieron a la posibilidad de una puesta en escena orquestada por el jefe de los mercenarios para desaparecer, pero Margarita Simonian, la jefa de RT, un medio estatal afín a Putin, no dio crédito a esa suposición. “Personalmente, me inclino por [la pista] más evidente”, comentó en la plataforma X (ex-Twitter).
El miércoles por la noche, varias personas se concentraron delante de la sede de Wagner en San Petersburgo, y colocaron claveles rojos, velas y emblemas del grupo, con una calavera, frente al edificio.
En Ucrania, donde Wagner combatió durante mucho tiempo, hubo quien se alegró por el supuesto deceso.
“Quizá esto dé un impulso a acontecimientos desestabilizadores” en Rusia, afirmó Iryna Kushina, una funcionaria entrevistada por la AFP en Kiev.
– Dudas razonables –
En el extranjero, varios responsables dieron a entender que la muerte de Prigozhin podría haber sido urdida por el Kremlin.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró el miércoles que “en Rusia suceden pocas cosas sin que Putin tenga algo que ver”.
La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, ironizó sobre las causas de la muerte del líder de Wagner, señalando que “la tasa de mortalidad entre las personas cercanas a Putin es particularmente elevada”.
“No es una coincidencia que todas las miradas se dirijan hacia el Kremlin cuando un excercano a Putin, caído en desgracia, cae literal y súbitamente del cielo dos meses después de haberse rebelado”, declaró la jefe de la diplomacia alemana, Annalena Baerbock.
El 24 de junio, Prigozhin llevó a cabo una sublevación contra el Estado Mayor ruso y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, apoderándose de cuarteles del sur de Rusia y emprendiendo una marcha hacia Moscú.
Durante el levantamiento, Putin no ocultó su ira y acusó a su exaliado de “traición”.
Pero la rebelión se interrumpió ese mismo día, tras un acuerdo que preveía que Prigozhin partiera a Bielorrusia y que los milicianos de Wagner se incorporaran al ejército regular ruso.
Aun así, el jefe de Wagner continuó visitando Rusia, incluso el Kremlin.
El lunes por la noche, Prigozhin, de 62 años, había aparecido en un video difundido por grupos cercanos a Wagner en el que decía estar en África para hacer una “Rusia aún más grande”.
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