Buenos Aires, Argentina | AFP Huyen de la guerra o buscan una vida mejor con un pasaporte argentino que les abrirá nuevas puertas: desde hace un año es muy frecuente ver embarazadas o parejas rusas con recién nacidos en parques, cafés y sobre todo clínicas de Buenos Aires.
En medio de la guerra en Ucrania, Argentina se convirtió en destino predilecto de jóvenes familias rusas por el buen nivel de atención médica y las facilidades para obtener la nacionalidad.
El fenómeno evoca anteriores oleadas migratorias de Rusia hacia Argentina. Desde fines del siglo XIX llegaron rusos que escapaban de los pogrom, en los años 1930 los que huían de la Gran Hambruna (Holodomor) y a fines de los 1990 los que buscaban otra vida tras la caída de la Unión Soviética.
Esta vez, el aumento de la llegada de mujeres rusas embarazadas encendió las alarmas en la Dirección de Migraciones, que primero retuvo a seis de ellas durante varias horas en el aeropuerto y luego solicitó a la justicia investigar a grupos que organizan su arribo.
“Es una avalancha”, declaró Florencia Carignano, directora de Migraciones, quien aseguró que llegan hasta 14 o 15 mujeres rusas embarazadas por vuelo. Según la funcionaria, suman más de 5.800 en los últimos tres meses.
– “Un futuro mejor” –
La mayoría no habla español, casi ninguna había estado antes en Argentina. Llegan atraídas por un “boca a boca” que describe un país amable y en paz, donde los trámites de nacionalidad son fáciles.
“El 90% de las mujeres está buscando un futuro mejor. Hubo casos de chicas que cuando se enteraron de que el bebé que esperaban sería varón en seguida decidieron venir a Argentina” para evitar que de grande sea llamado a la guerra, relató a la AFP Elena Shkitenkova, instalada en este país desde hace más de 20 años y que como intérprete ha acompañado a varias parturientas en sus procesos médicos.
“Me dicen: quiero que mi hijo viva, quiero paz para mi hijo, quiero un futuro mejor. Se me pone la piel de gallina de pensarlo”, añadió esta mujer.
Escapar de la guerra es una motivación también para los padres.
“La guerra en Ucrania influyó en nuestra decisión de trasladarnos a Argentina, aunque no fue el único motivo. Es cierto que de quedarnos en Rusia probablemente mi esposo habría sido movilizado”, dijo a la AFP Elena, de 32 años, madre de tres niñas que se reservó su apellido.
Elena y su familia se manifestaron la semana pasada a las puertas de la Casa Rosada, la sede presidencial, en solidaridad con las embarazadas retenidas en el aeropuerto.
Severina, la más pequeña de sus hijas, nació en mayo en Buenos Aires. “Queremos quedarnos aquí e integrarnos. Tenemos en curso nuestro trámite de residencia”, afirmó.
– Mejor pasaporte –
La búsqueda de una segunda nacionalidad no es algo nuevo en Rusia, aseguró a la AFP uno de los primeros rusos que creó agencias de acompañamiento para parturientas en Argentina, al señalar que antes el destino preferido era Estados Unidos.
El “paquete” para dar a luz en Buenos Aires puede costar 15.000 dólares, estimó. Según la Policía Federal, ciertas redes cobran hasta 35.000 dólares.
“Si tienes algo de dinero y puedes hacer que tu hijo nazca fuera de Rusia lo vas a hacer. Tramitar la ciudadanía argentina es fácil y el trato que se recibe es mucho mejor que con el pasaporte rojo ruso”, refirió este hombre que no quiso dar su nombre.
El pasaporte argentino permite viajar como turista a 175 países sin visa, por lo que Carignano hace un llamado a “cuidar” ese documento y evocó que recientemente en Eslovenia “encontraron a tres espías rusos con nacionalidad argentina”.
En Argentina, al igual que en la mayoría de los países de América, rige el “ius solis” que concede la nacionalidad a cualquiera que nazca en su territorio. Pero además, tener un hijo argentino otorga la residencia a los padres y les abrevia el trámite de solicitud de nacionalidad.
– Crecimiento exponencial –
A las puertas del Sanatorio Finochietto es evidente el ir y venir de las familias rusas, ya sea mujeres con embarazos avanzados o con recién nacidos en brazos.
El médico Guillermo Capuya, encargado de relaciones institucionales del sanatorio, señaló que la llegada a Argentina de parturientas rusas “comenzó muy lentamente” hace cerca de un año.
“No visualizamos que iba a ser un fenómeno, pero en el último semestre comenzó a crecer casi de manera exponencial”, al punto de que en diciembre de los 200 nacimientos que se atendieron en el Finochietto, 50 fueron de madres rusas.
“Generamos un vínculo de confianza. Las mujeres quedan sorprendidas por la atención humanizada que les damos. Algunas personas que no tienen recursos van a un hospital público, pero nosotros notamos que la mayoría viene a clínicas privadas”, dijo a la AFP.
Según la Dirección de Migraciones, en el último año arribaron a Argentina 21.982 personas de nacionalidad rusa, de las cuales 13.000 ya no están en el país.
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