
Laura Sauma
articulista@icorpcr.com
Si usted leyó mi artículo de enero, este le resultará familiar. En ese momento analizábamos las conclusiones del informe de la OCDE, y nos preguntábamos si seguiríamos postergando las reformas estructurales o asumiríamos el reto de modernizar el país.
Hoy, con el Estudio Económico de Costa Rica 2025, la OCDE reitera la urgencia de actuar, manteniendo recomendaciones que siguen sin cumplirse e incorporando nuevos retos y oportunidades.
Esta actualización busca ser una guía para un país que, en pleno año electoral, debe decidir si enfrenta de una vez los privilegios que sostienen al statu quo o sigue atrapado en la inercia.
Tareas pendientes
Uno de los aspectos más llamativos del reciente informe es la reiteración de recomendaciones anteriores, lo que nos recuerda que, a pesar de los compromisos asumidos, muchos cambios siguen sin concretarse.
1. Sostenibilidad fiscal y eficiencia del gasto público. La disciplina fiscal sigue siendo prioritaria. Aunque la regla fiscal es un mecanismo útil, la OCDE señala que Costa Rica debe fortalecer la capacidad de ejecución del gasto, priorizar la inversión en infraestructura y servicios esenciales, así como reducir la carga de la deuda pública.
Se insiste en eliminar exoneraciones fiscales injustificadas -como las de las cooperativas y el salario escolar, por ejemplo-, ampliar la base tributaria, unificar las tarifas del IVA para evitar distorsiones, digitalizar el sistema tributario y evaluar el gasto público utilizando datos individualizados entre instituciones.
Todo esto suena irónico mientras las instituciones siguen buscando huecos para evadir las leyes fiscales y preservar privilegios, dejando los servicios al ciudadano en el olvido. Retroceder a políticas fiscales irresponsables no es una alternativa si queremos estabilidad y crecimiento.
2. Competencia y productividad. Costa Rica mantiene mercados poco competitivos, atrapada entre monopolios estatales y barreras regulatorias, que impiden que la innovación beneficie al ciudadano.
La OCDE propone reducir cargas sociales para facilitar la contratación, flexibilizar las condiciones laborales (incluidos los contratos de tiempo parcial) y ajustar el salario mínimo de acuerdo con la productividad y el sector.
Sugiere alinear la formación educativa con las necesidades del mercado laboral e impulsar el emprendimiento, mediante la reducción de trámites y costos iniciales.
Ejecutar estas recomendaciones exige reestructurar el MEP, las universidades públicas y la CCSS, instituciones que hasta hoy han operado como repúblicas separatistas, amparadas en una autonomía mal entendida y en la posibilidad de secuestro.
Además, el informe menciona el escaso impacto de la inversión en investigación y desarrollo, pese a que se utiliza como excusa para justificar presupuestos inflados. Las investigaciones generan poco ingreso tanto para las universidades como para el país, y no existen incentivos fiscales que motiven al sector privado a asumir este rol.
3. Educación y empleo. Ya en el informe anterior se advertía sobre la desconexión entre el sistema educativo y las necesidades del mercado laboral. En esta nueva evaluación, la OCDE insiste en que es crucial mejorar la calidad educativa, y reformar los programas de formación técnica y universitaria.
El desafío permanece: formar talento humano que responda a las demandas productivas y ayude a reducir la alta informalidad en el empleo.
Para lograrlo, se recomienda implementar evaluaciones periódicas del impacto educativo, mejorar el acceso al crédito y aumentar la disponibilidad de espacios de cuido, especialmente para facilitar la inserción laboral femenina.
Nuevos retos, nuevas oportunidades
El informe 2025 no solo repite las tareas pendientes: introduce recomendaciones nuevas, alineadas con los cambios del entorno global, y con las oportunidades que Costa Rica podría aprovechar si actúa con decisión.
1. Política monetaria y tipo de cambio. Por primera vez, la OCDE hace énfasis en garantizar la independencia operativa del Banco Central, proponiendo incluso su consagración constitucional, así como en promover mayor flexibilidad en el mercado cambiario.
Recomienda mantener una política monetaria prudente, con un objetivo de inflación del 3%, para brindar mayor estabilidad y previsibilidad a la economía.
Resulta curioso, por decir lo menos, que nos hablen de esto mientras llevamos dos años con una moneda hiper fortalecida, encareciendo el país y disminuyendo su competitividad.
Aunque estamos inundados de dólares por el turismo y la inversión extranjera directa, eso no ha significado una reducción de los costos de producción, lo que termina afectando a sectores clave en la generación de riqueza.
2. Participación laboral femenina. El informe destaca la urgencia de mejorar las condiciones para la incorporación de mujeres al mercado laboral. No solo se trata de equidad, es una estrategia fundamental para el crecimiento económico.
La OCDE recomienda servicios de cuido asequibles para niños y adultos mayores, así como esquemas laborales flexibles, que le permitan a las personas conciliar trabajo y familia, lo que impulsaría la productividad y reduciría la dependencia de programas sociales.
3. Transición energética y cambio climático. Aunque Costa Rica es reconocida por su liderazgo en energías renovables, eso no basta. La OCDE advierte que se requiere diversificar aún más la matriz energética, impulsar la inversión privada y extranjera en el sector eléctrico, y trasladar la planificación energética a un ente independiente.
Sí, la OCDE dice claramente que mantener un monopolio eléctrico no es lo mejor para los ciudadanos. ¿Será que finalmente lo tomaremos en serio porque lo dice un organismo internacional?
Lamentablemente, la defensa ciega del ICE por parte del PLN -como quedó evidenciado en su oposición al proyecto de armonización eléctrica- sugiere que ni siquiera lo están considerando.
La idolatría institucional que impera en el país nos tiene atados al subdesarrollo, y solo podrá superarse si usted, como ciudadano, eleva sus exigencias.
Además, se recomienda mejorar la gestión del recurso hídrico y de los residuos sólidos, asegurando que los proyectos cuenten con todas sus etapas completas antes de su ejecución, y basar cada decisión en análisis de costo-beneficio rigurosos y transparentes.
¿Actuar o seguir quejándose?
Lo que dejan claro todos estos informes es que las recomendaciones de la OCDE no son simples sugerencias técnicas. Son alertas urgentes para evitar que el país siga estancado.
El problema no es la falta de diagnósticos, es la falta de ejecución.
Ya advertíamos en enero sobre los obstáculos políticos y burocráticos que frenan los cambios. Ahora, el desafío es aún mayor: cada día de inacción nos cuesta oportunidades, crecimiento y bienestar.
Costa Rica ha demostrado en el pasado que puede tomar decisiones estratégicas cuando el futuro nacional está en juego. Hoy, con una hoja de ruta clara y nuevas oportunidades en el horizonte, la pregunta es inevitable: ¿Nos atreveremos a actuar o seguiremos postergando lo inevitable?
La respuesta no depende solo de los políticos, sino de usted, ciudadano, que debe exigir acciones concretas a quienes aspiran a gobernar. ¿Qué deberíamos preguntarles para otrogarles nuestro voto?
- ¿Qué monopolios u oligopolios eliminará?
- ¿Cómo reestructurará la CCSS? Porque si no se bajan las cargas sociales, no se elimina la BMC, y no se acaban los abusos contra los profesionales independientes, seguiremos con desempleo estructural y una informalidad por las nubes.
- ¿Cómo hará para que la excelencia y no la mediocridad reine en el empleo público?
- ¿Cuál es su propuesta de reforma del Estado? Porque claramente lo que tenemos no funciona. ¿Qué instituciones cerrará, venderá o reestructurará? ¿Cuántos empleados públicos va a despedir? ¿Cómo financiará sus liquidaciones?
- ¿Cuenta con un equipo comprometido con sus ideas para ejecutar sus planes?
- ¿Cómo garantizará la prestación de los servicios de calidad para los ciudadanos? ¿Cuáles de esos servicios serán su prioridad?
- ¿Qué acciones concretas propone para aumentar la participación femenina en el mercado laboral?
- ¿Qué proyectos de infraestructura logística priorizará para que Costa Rica aproveche el traslado de operaciones a un país cercano que están considerando muchas empresas, dadas las condiciones geopolíticas actuales?
- ¿Cómo garantizará la independencia del Banco Central y qué política cambiaria plantea impulsar?
En fin, nos están entregando un libro de recetas. La verdadera pregunta es: ¿Nos animaremos a aplicarlo o seguiremos quejándonos de la pésima comida que nos sirven todos los días?
—