Argos, de la Casa de Ulises
Quien canta sus penas espanta. Bien temprano alisté la pechera, la correa, el agua, el uberbolso y en un brinco subí a la caja con ruedas -o carro como dicen los humanos-, y en manada nos fuimos al concierperrazo en el Paseo Colón.
Un artista muy famoso, que apodan “El Tapado”, decidió investigar y montar un recital para caninos, con instrumentos adecuados a nuestra sensible capacidad auditiva, que es cuatro veces superior a la de los sapiens.
Mi Amigo dice que la música amansa a las personas, y también a perros y gatos; hay melodías utilizadas para estimular el canto de los canarios, supongo que así aprenden a silbar.
Bueno, ni qué decir de los sonidos de las ballenas, los delfines, los grillos, las cigarras; toda la naturaleza es un concierto permanente, si sabemos escuchar.
La música es capaz de elevar las endorfinas, sustancias que produce el cuerpo humano y el nuestro; causan los estados de la felicidad, atenúan los dolores y crean una sensación de placidez.
De camino, Mi Amigo aulló conmigo el “Carnaval de los animales”, una pieza clásica de Camille Saint-Saëns, con sonidos que imitan a tortugas, leones, cisnes, burros y peces.
En el lugar había bastante público; humanos y caninos compartían unas alfombras amarillas, y encima de una tarima estaba “El Tapado” con su equipo, parlantes, micrófonos, instrumentos y mucha alegría.
Paré mis orejas, olisquié el aire y me concentré en los sonidos; las melodías eran muy relajantes, suaves y apenas para estar bien dormido en mi sillón favorito, escuchando el viento, y con el calorcito del sol en mi barriga.
Algunos camaradas disfrutaron más una piezas que otras, porque para gustos los colores; cada uno de nosotros reacciona diferente a la música, a unos les agrada más la clásica y a otros el reggaetón, más bien el “perreo”.
Galaxie, la red de canales musicales de la radio estatal canadiense, realizó un estudio, y demostró que el 53% de los dueños de mascotas, cuando las dejan solas, las apaciguan con música para que no extrañen la ausencia.
Ignoro si Spotify tiene un catálogo para nosotros, pero en Youtube es fácil encontrar piezas para perros inquietos, nerviosos, asustados, enfermos, con insomnio, cachorros, y unas especiales para combatir la ansiedad por separación.
Rastreé más información; encontré en ladrinet que la música clásica reduce los ladridos y mejora nuestro sueño; pero el “heavy metal”, nos agita y tensa más de la cuenta.
Este fue un concierperrazo de verdad, porque había celebridades, de cuatro y de dos patas. Vi a Benny, el perro de Nancy Dobles e Ignacio Santos; también a Marcelo Castro, que no paró de tomar fotos y filmar.
Llegó la prensa, había cámaras y hasta un “dron” que me desconcentró con sus movimientos encima de mi cabeza.
Pasé un rato agradable; me sentí como los perros del famoso compositor Richard Wagner, quien los amaba y lo acompañaban cuando escribía sus óperas, en especial “Peps”, su Cocker Spaniel, que le inspiraba “amor y salvación”.
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Video de musicoterapia:
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