El movimiento de protesta, liderado por la Unión Nacional de Policías (UNP), amenaza con extenderse a otras fuerzas del orden; mientras altas autoridades de seguridad pública sostienen una reunión con los representantes de esa agrupación.
La queja de los huelguistas, comenzó tras el anuncio de Rodrigo Chaves, de que cambiaría los roles de trabajo de los uniformados, de seis jornadas laboradas por cuatro libres, conocido como 6×4.
Esa medida es parte de una serie de acciones para enfrentar la ola de criminalidad, que azota al país, a raíz de las luchas entre las bandas del crimen organizado.
Desde este jueves, en la mañana, un grupo de oficiales protestó frente al despacho del ministerio de seguridad; la queja cobró fuerza en la noche, cuando cerraron varias vías capitalinas, otras de acceso al aeropuerto y una rutas menores.
La Asociación Nacional de Empleados Públicos, ANEP, se desmarcó de los policías; su vocero -Albino Vargas- manifestó: “la ANEP no es quien convocó el movimiento, pero apoya completamente las peticiones de los oficiales”.
Para la UNP, el cambio al nuevo horario de los vigilantes nunca fue negociado con ellos; tampoco conlleva un ajuste salarial o una mejora de las condiciones, para realizar con eficiencia sus deberes.
El titular de seguridad, Jorge Torres, convocó a los líderes de la UNP desde las diez de la mañana, donde les pidió deponer la huelga, y negociar un pliego de peticiones.
Mientras las partes dialogan, los huelguistas realizan cierres intermitentes en un sector de la autopista Florencia del Castillo, ocasionando embotellamientos para quienes viajen en ambos sentidos, hacia Cartago o San José.
—
