Si su mascota presenta lesiones en la piel no lo deje pasar por alto, pues podría tratarse de enfermedades infecciosas que se encuentran en el ambiente o bien están en los animales, las cuales podrían transmitirse entre animales y a las personas (zoonóticas). Dentro de las causas infecciosas más comunes se encuentran bacterias, hongos y parásitos.
Alejandra Calderón, veterinaria y coordinadora del laboratorio de Micología de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (EMV-UNA) explicó que, en el caso de las enfermedades no infecciosas, no se transmiten entre animales ni de estos a las personas, pero sí comprometen el estado de salud de la mascota. Las enfermedades no infecciosas pueden producirse por condiciones metabólicas, tumorales o del sistema inmunológico como alergias.
Calderón aseveró que en los gatos las enfermedades más comunes de la piel “el hecho de tener sus uñas largas provoca que en ellas se acumulen hongos del ambiente, por ejemplo, al momento de enterrar las heces las uñas se podrían contaminar y cuando se pelean con otros gatos, al arañarse la piel éstos se pueden implantar hongos”.
La investigadora descartó el mito de que las mujeres embarazadas podrían infectarse con toxoplasmosis al entrar en contacto con los gatos.
“Esto es un tabú, estudios realizados han demostrado que este parásito (Toxoplasma) no se transmite por el contacto con el felino, sino por la ingestión de alimentos contaminados con heces de gato, como al consumir frutas sin lavarlas antes de ingerirlas o bien por embutidos mal cocidos, ya que el parásito que es depositado en las heces, sólo es viable luego de tres a cinco días de estar en el ambiente, por eso es muy importante la limpieza de los areneros, donde el animal suele defecar”, afirmó.
Piel canina
En relación con los perros, la veterinaria detalló que entre las enfermedades más comunes de piel destacan los ácaros como las pulgas y los piojos, estos últimos propios del hospedero no se transmiten a otras especies ni a las personas.
La mayor preocupación se da al momento de presentarse la enfermedad parasitaria por el ácaro Sarcoptes scabiei, más conocida como la sarna, la cual podría transmitirse al humano, y generar una reacción alérgica en brazos, abdomen o donde la piel tuvo el contacto con el perro infectado.
En este caso es recomendable visitar al veterinario para realizar un examen de laboratorio.
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