Aparte de que la Caja está quebrada, transferir ¢26 mil millones a la Caja del Seguro, aprobados el año pasado por los diputados en el presupuesto nacional, como abono a la deuda del estado, no resuelve nada, afirmó Rodrigo Chaves.
“Qué porcentaje es eso de los ¢9 billones de la deuda. Estamos hablando de desvestir un santo, para vestir a otro, sería como echar una gota de agua en una plancha hirviendo”, comentó el Mandatario.
Los legisladores sostienen un pulso con el jefe de gobierno, y su ministro de Hacienda, Nogui Acosta, en torno a la decisión de ambos de retener el monto de marras, para destinarlos al pago de los intereses de la deuda pública.
El Congreso acordó -en el 2022- reasignar ese monto, ¢26 mil millones, con el argumento de que ese rubro -el pago de interés de la deuda- suele subjecutarse, y por eso decidieron destinarlo como un abono a la deuda del Estado con La Caja.
Dicha institución afronta una crisis financiera, agravada aún más por el recorte de ¢54 mil millones en los fondos, para el pago de las cuotas estatales a varios regímenes de pensiones.
La principal opositora a esa iniciativa de Chaves y Acosta es Sofía Guillén (FA), quien denunció al jerarca de Hacienda ante el Ministerio Público, por incumplir lo dispuesto en el presupuesto: “él no tiene derecho de no pagar, lo que aprobamos.”
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