Casi todos los legisladores de la Comisión de Económicos, quedaron insatisfechos por el uso tan amplio que el gobierno podría dar a un préstamo con el BID, por $250 millones, para enfrentar el cambio climático.
El dinero debería invertirse en la progresiva reducción de la emisión de gases de efecto invernadero; y puede gastarse en “atender las necesidades financieras del gobierno, hacer frente a la pandemia y reactivar la economía”.
Así lo explicó Vanessa Castro (PUSC), quien apuntó que los fondos podrían utilizarse en “cualquier cosa”.
Las dudas de los congresistas surgieron tras escuchar los argumentos, en favor del crédito, por parte de Fernando Quevedo Orillo, representante del BID, quien se refirió al contenido del Expediente 23.502.
Este proyecto trata sobre los Contratos Préstamo suscritos entre Costa Rica, el Banco Interamericano de Desarrollo BID y la Agencia Francesa de Desarrollo para Financiar el Programa hacia una Economía Verde.