Las altas temperaturas que registra el océano costarricense derivaron en una grave afectación para los corales ticos, según la organización ambientalista Innoceana.
Esto se debe al impacto directo del Fenómeno El Niño, el cual ha disminuido las precipitaciones en el territorio continental y elevado la temperatura del mar.
Según la organización, nunca se había reportado un blanqueamiento como el actual de los corales.
“Estas temperaturas elevadas se han observado no solo durante las horas del día, sino también en las primeras horas de la mañana, cuando normalmente no hay luz solar y se esperan condiciones más frescas”, indicó Innoceana.
Desde mediados de año se han realizado monitoreos para determinar la afectación sobre la vida marina.
La idea es mitigar el impacto del fenómeno climatológico, el cual ha hecho que en algunas ocasiones se detecte un máximo de temperatura de 31 grados centígrados, cuando lo normal es que los corales vivan en aguas cálidas que oscilan entre 24 y 28 grados centígrados.
Y es que el aumento de la temperatura en el agua favorece el brote de algas que afectan a los corales.
Cuando la temperatura del agua es alta, las tasas de crecimiento y reproducción de las algas son más rápidas, según explica Juan José Alvarado Barrientos, investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Además, a esas temperaturas, la relación con una microalga, llamada zooxantela, es “muy eficiente”. Las zooxantelas, que viven dentro de dichos organismos, le proveen al animal los nutrientes necesarios para su supervivencia, por medio de la fotosíntesis.
Sin embargo, con el aumento en las temperaturas de los océanos, como sucede con El Niño, las tasas metabólicas se aceleran y la microalga aumenta la producción de compuestos más allá de lo que el coral es capaz de mantener.
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