Con el apoyo de cinco legisladores socialcristianos, cuatro de Nueva República y los diez oficialistas, el ministro de Hacienda, Nogui Acosta evitó un voto de censura en su contra, fraguado por 33 diputados de oposición.
Los promotores de la moción, liberacionistas y del Frente Amplio en especial, no lograron atraer los 35 votos requeridos para la sanción moral, pues requería dos terceras partes de los diputados presentes en ese momento.
El voto de censura, de haberse aprobado, no habría acarreado ningún castigo sobre el alto funcionario, como el despido o la perdida de confianza; era más bien, una severa llamada de atención, sobre un acto considerado irregular.
En contra de las mociones votaron Progreso Social Democrático, Nueva República y Unidad Social Cristiana, mientras que el Frente Amplio, Liberación Nacional y Liberal Progresista estaban a favor de la censura.
Aparte del supuesto megacaso de evasión fiscal, al jerarca de Hacienda, los diputados le endosaron comportamientos negativos contra el Congreso, al que amenazó con cerrar, para darle su presupuesto a la educación superior.
También, lo acusaron de acumular poder excesivo, y negarse a transferir varios miles de millones de colones a la Caja, presupuestados y aprobados por la Asamblea, el año pasado.
“Fue irrespetuoso, fue intimidante, fue amenazante, se arrogó competencias que no tiene y que al insinuar que él podría cerrar este Congreso, lo que hizo fue un debilitamiento del ejercicio democrático”, Danny Vargas.
La parlamentaria Vanessa Castro dijo haber escuchado comentarios de que Nogui es “amigo” por parte de algunos congresistas, dado que este se desempeñó como asesor legislativo por muchos años.
El congresista Fabricio Alvarado, consideró que un voto de censura sería una sanción demasiado severa, e inmerecida, para Acosta, si bien su partido ya le había formulado un llamado de atención y con eso era suficiente.
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