La Universidad Nacional compró una bioimpresora, valorada en 80 mil dólares, para utilizarla en la regeneración de tejidos humanos y de animales.
La bioimpresora se compone de tres cabezales, capaces de imprimir en una o diferentes capas, geles, cerámicas, biomateriales, encapsulamiento celular y diseños en termoplástico, así como un ventilador para impresos a temperatura controlada.A corto plazo, dijo Rafael Vindas, coordinador del laboratorio de Medicina Regenerativa Traslacional de la UNA, se puedan cultivar células en el laboratorio e imprimirlas con otros componentes del organismo para obtener tejidos artificiales similares a los de animales y humanos.