Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Imagen tomada de internet
Madrid/España. En un Santiago Bernabéu colmado por casi 80.000 voces ansiosas, Kylian Mbappé hizo su entrada triunfal, a la gramilla donde sentará cátedra futbolística.
El astro francés, recién enfundado con la camiseta del Real Madrid, llevaba el número 9 a la espalda, un símbolo de su nueva era en la capital española.
La presentación oficial fue un espectáculo de emociones, con Mbappé sonriendo ampliamente, mientras saludaba a los aficionados que coreaban su nombre.
Acompañado por el presidente del club, Florentino Pérez, y el icónico Zinedine Zidane, Mbappé se detuvo en el escenario, montado sobre el césped del estadio.
Era un momento que el delantero, de 25 años, había soñado desde su infancia.
“Es un día increíble”, expresó Mbappé en español, emocionado y agradecido. “Desde que era pequeño tenía el sueño de jugar aquí. Gracias a todos”.
El Bernabéu, usualmente un testigo de gestas históricas, se convirtió en el epicentro de la bienvenida a una nueva estrella.
En el escenario, las 15 Copas de Europa del Real Madrid brillaban con orgullo, testimoniando la grandeza del club, y el legado que ahora espera que Mbappé continúe.
Las pantallas gigantes proyectaron momentos icónicos de la historia del Madrid mientras resonaba “Nessun Dorma”, en un tributo emotivo al nuevo fichaje.
Florentino Pérez, visiblemente emocionado, describió la presentación de Mbappé como un “acto histórico”.
Reconoció el esfuerzo y dedicación del jugador, para hacer realidad su sueño de vestir la camiseta blanca del Madrid.
Para Mbappé, esta jornada no solo marcó el inicio de una nueva etapa en su carrera, sino la realización de un anhelo profundamente arraigado desde su niñez.
Con cada palabra y gesto, el joven delantero francés demostró su compromiso y gratitud, hacia un club que ahora lo acoge como su nueva estrella.
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