Imagen por Filippo Monteforte
París, Francia | AFP Entre el apoyo compasivo y el escepticismo, las Iglesias católicas del mundo han acogido de diversas maneras la declaración del Vaticano sobre la bendición de las parejas del mismo sexo, un tema que ha causado revuelo desde su publicación en diciembre.
“La situación en Europa está muy dividida pero corresponde a las líneas de fuerza que conocemos bien: en Alemania y Bélgica, el catolicismo está muy avanzado sobre varios puntos. Es quizás en dirección a estos países que se escribió la nota”, afirma a la AFP Edouard Coquet, historiador de la Escuela Francesa de Roma.
Según el investigador, la movilización a este nivel y sobre un tema preciso de los episcopados “es una cosa bastante nueva”.
“Podemos considerar este texto como un texto de ruptura”, añade, ya que “la Santa Sede ya no propone un contenido que está destinado a unificar a escala mundial sino que suscita opciones según las contingencias geográficas o culturales”.
En África, por ejemplo, los obispos han considerado que esta bendición “no era apropiada” en su continente. En Europa, los episcopados han insistido en que no se trata de una bendición equivalente al matrimonio.
– ITALIA –
La conferencia episcopal italiana no se ha pronunciado oficialmente sobre el tema. Pero su presidente, el influyente cardenal italiano Matteo Zuppi, instó el 22 de diciembre a “evitar que haya un malentendido sobre este tema”. “No se trata de una bendición de la relación” propiamente hablando, insistió en la Rai.
– ALEMANIA –
Los representantes de la Iglesia se congratularon por el texto del Vaticano. Algunos sacerdotes del país ya practicaban la bendición de las parejas del mismo sexo. “Está bien que este tesoro por la diversidad de las formas de vida se haya puesto ahora en valor”, afirmó el presidente de la asamblea de obispos de Alemania, Georg Bätzing, aunque insistió en la diferencia con el matrimonio.
Es “un buen regalo de Navidad”, dijo el arzobispo de Hamburgo, Stefan Hesse.
– ESPAÑA –
Pese a que no quiso hacer ningún comentario, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE) Francisco César García Magán estimó que a partir de ahora cada obispo “verá en su diócesis”. Pero no hay que “confundir” la bendición con “la celebración del matrimonio canónico”, añadió.
“La declaración ‘Fiducia Supplicans’ es polémica”, afirmó en diciembre el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. El de Alicante, José Ignacio Munilla, habló de un texto “caótico” y que abre una práctica “contraria a la fe de la Iglesia”.
– POLONIA –
“¿Tiene la Iglesia autoridad para bendecir uniones del mismo sexo? La respuesta es negativa”, dijo en diciembre el portavoz de la conferencia episcopal polaca, Leszek Gesiak.
En este país, muy católico, la declaración de Vaticano “no cambia en nada la enseñanza de la Iglesia en lo que respecta el matrimonio y la familia”, según los obispos. Al ser todo acto sexual fuera del matrimonio “una ofensa de la voluntad de Dios”, las personas que mantienen este tipo de relación “no pueden recibir la bendición de Dios”, reiteran.
– MÉXICO –
La Conferencia del Episcopado Mexicano ha advertido en un comunicado que esta declaración debe enmarcarse en la tradición de “impartir bendiciones informales, no ritualizadas litúrgicamente” y que se dará “sin ánimo de legitimar situaciones irregulares”.
La organización reitera que el matrimonio es la “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”.
– PERÚ –
En Perú, el medio centenar de obispos de la prelatura de Moyobamba, en la región amazónica de San Martín, enviaron un mensaje para oponerse totalmente a la declaración y para pedir al papa Francisco que “anule la validez del documento y toda afirmación que permita la administración de sacramentos o bendiciones a personas en pecado mortal objetivo sin arrepentimiento y deseo de conversión”.
Los prelados insisten en que, con esta posición, no están “en rebeldía” con la Iglesia.
– URUGUAY –
La diócesis de Maldonado, que incluye Punta del Este, tuvo que enviar una comunicado después de que saliera en la prensa el anuncio de un primer casamiento religioso entre dos personas del mismo sexo, aclarando que se trataba de una capilla en un campo privado fuera de su diócesis.
Recordando que el matrimonio en la Iglesia católica es “la unión exclusiva entre un hombre y una mujer”, el obispado insistió en que “cuando no se celebra el sacramento del matrimonio, no se debe realizar ningún tipo de rito litúrgico que se confunda con dicha celebración”.