El quinto presupuesto extraordinario fue dictaminado positivamente; pero los legisladores verdiblancos realizaron críticas sobre las inconsistencias del proyecto, en particular dos subpartidas para pagar contratos tecnológicos de Hacienda.
Los liberacionistas cuestionaron los ¢4,728 millones solicitados por esa institución, y los iban a eliminar, pero la oficialista Pilar Cisneros pidió ayuda “con vehemencia y humildad”.
El jerarca de Hacienda, Nogui Acosta, señaló que de esa partida ¢3,500 son para cancelar al ICE el arrendamiento de un centro de procesamiento de datos, y el resto para servicios pendientes de pago con tres proveedores privados.
Aunque Acosta pidió a los legisladores de la Comisión de Hacienda, aprobar la propuesta tal como fue enviada, los diputados eliminaron varias partidas imposibles de ejecutar por falta de tiempo.
Para la jefa de hacendarios, Paulina Ramírez, el presupuesto extraordinario -que aumentó en ¢66 mil millones- fue enviado a “destiempo”, sin “la adecuada planificación” necesaria para su análisis y aprobación.
En ese sentido, el legislador Gilberth Jiménez (LN) advirtió que hay “improvisación”, “ocurrencias” y “promesas de campaña”, sin entrar en “conciencia de la situación financiera del país”, como si esto fuera una “pulpería”.
A más tardar, el jueves 22 de diciembre, el plenario deberá aprobar -en segundo debate- la propuesta, porque los legisladores saldrán a vacaciones el 26 de diciembre, y regresarán a sus labores el lunes 9 de enero, del 2023.
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