Ante la máxima expectativa que surgía al inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, hace ya casi dos meses, podríamos haber estado, sin pensarlo mucho, inclinando la balanza de las apuestas a un gane indiscutible o un atropello radical por parte de las fuerzas militares rusas, siendo estas de las más temidas que pueda existir en el orbe.
Para sorpresa de casi todo el planeta, Ucrania ha sabido utilizar sus reducidos o modestos recursos militares, comparados con los de la ex líder república soviética y entregarse a la lucha nacionalista golpeando la mesa de la batalla y frenando, de cierta manera, al menos terrestre a sus vecinos del este.
Luego de haber iniciado su defensiva militar, Ucrania ha sabido persuadir a sus aliados indirectos de occidente, y algunos más del mismo continente europeo. Es claro que los recursos otorgados por estos aliados, han aumentado exponencialmente su firme posicionamiento ante los rusos, y así lo confirman los expertos en guerra que han dedicado horas de horas a analizar, investigar y cuantificar los verdaderos logros ucranianos en cada ataque recibido, y por ende, cada ataque respondido.
Volodymyr Zelensky, un héroe para muchos y un terco para otros ante la opinión pública global, ha recibido el apoyo de Estados Unidos y Reino Unido; quienes entregaron hasta la fecha poco más de 7 mil misiles antitanque Javelin, que funcionan como destructores por excelencia de los tanques rusos y son pesadilla cotidiana para Putin. Además, como apunta Nick Reynolds, analista de investigaciones de guerra terrestre en el Royal Services Institute, citando textualmente sus palabras; “sin esta ayuda letal, la situación en Ucrania sería muy diferente”.
Pero el beneficio que ha recibido Ucrania gracias a los aportes de sus aliados no solo se queda plasmado en tierra, aunque ha sido ahí donde más ventaja ha sacado. Estados Unidos le entregó a Zelensky 100 drones antitanques Switchblade, popularmente conocidos como drones “kamikaze”. Estos artefactos de alta tecnología y potencia de guerra, pueden flotar sobre su blanco a varias millas de su operador, posteriormente pueden caer en los tanques y destruirlos. No está de más recalcar que a diferencia de las históricas guerras mundiales y los más atroces conflictos militares del mundo, el actual cuenta con un invitado que marca su protagonismo en tiempos modernos, el recurso tecnológico, artificialmente inteligente y sigiloso.
Pero ¿Qué sucede al otro lado de la trinchera, donde los rusos se han mostrado débiles e incompetentes?
Resultado de los mismos análisis de guerra que han hecho expertos de todo el mundo, se ha demostrado que en territorio rojo, ese en el que Lenin y Stalin tanto creyeron, las estrategias de avance terrestre no han sido las más inteligentes.
Se cree que la táctica de tanques, artillería e infantería que ha empleado Rusia ha sido su propia zancadilla, pues al ser vulnerabilizado su blindaje principal, lo que queda es comparable con un boxeador que cuenta con un excelente gancho de derecha, pero su mandíbula es de cristal. Dicho de otra manera, apostaron a una fuerte propuesta con los tanques, pero al ser interceptados y destruidos en su mayoría por los ucranianos su artillería e infantería queda siendo de cristal y mucho más sensible que los mismos tanques.
Estos análisis apuntan a que los ucranianos han sabido colocarse estratégicamente en posiciones de fuego en las que les ha resultado efectivo realizar emboscadas exitosas y causar todo el daño posible a los rusos, en tierra -por donde avanzan- en un combate sorpresivamente parejo.
Ahora bien, si nos preguntamos por la incompetencia rusa en este conflicto, todo apunta a que ha sido así. No sólo por la destrucción y ataque que han recibido sus tanques -principal barrera de blindaje enviada por Moscú- sino por el abandono obligado y la pérdida de otros tantos más, que han sido tomados hasta por granjeros ucranianos con sus tractores y movidos a otros sitios para arrebatar la posibilidad de ser recuperados por los rusos.
Pero ¿Cómo podemos imaginar que resulte tan sencillo bajar a los rusos de sus tanques y despojarlos de ellos? Esa es una pregunta que se responde fácil: se han quedado sin combustible y han invadido en la época menos conveniente del año debido al clima y las condiciones del terreno ucraniano. Adicional a todo esto, los mismos soldados rusos han abandonado sus vehículos de guerra para huir en busca de resguardarse ante la sorpresiva respuesta ucraniana en su defensa bélica.
Como resultado de este escenario relativamente cómico, tomando en cuenta que todo el mundo esperaba un atropello sin retrasos ni obstáculos por parte de los rusos sobre los ucranianos, el gobierno de Zelensky ha dado instrucciones a su población para manipular o entregar los “trofeos de guerra” (como les llaman a estos vehículos arrebatados a los rusos) e incluso ha declarado para quienes los conserven, el no pago de impuestos referentes a la obtención de propiedad. ¡Qué curiosa y anecdótica resulta esta posición!
Sin mayores dudas, queda claro que cuanto más escandaloso y abominable parezca el enemigo en apariencia y rudeza; en ocasiones puede resultar todo lo contrario en la práctica. Por ahora, ante toda la expectativa del siguiente capítulo de esta guerra, no debemos volvernos de opinión irrelevante o dejar pasar a nuestro lado cada acontecimiento que se genere, pues como muchos expertos han anunciado: hoy sucede en aquellas latitudes pero nada exenta el hecho de que puede suceder en nuestro territorio, en algún momento de la historia.