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La gran humanista costarricense -de ascendencia china- Hilda Chen Apuy, fue declarada Benemérita de la Patria, con el voto mayoritario de 44 legisladores, quienes reconocieron su aporte en la divulgación de las culturas orientales.
Destacó en el reconocimiento la labor pacifista, y de lucha contra toda forma de discriminación, promovida por Chen Apuy, desde su cátedra universitaria, por medio de sus libros, viajes, traducciones y una vida dedicada a la educación.
A lo largo de su vida recibió diferentes galardones, como el Premio Nacional de Cultura Magón -en el 2003-; la orden del Tesoro Sagrado, concedido por Japón en 1985; o la Medalla de la Cultura, de Taiwán, en 1989.
La doctora Chen Apuy poseía una humildad ancestral, nació en Puntarenas en 1923, hija de emigrantes chinos y falleció el 11 de diciembre del 2017.
Reconocida por sus traducciones del sánscrito y otras lenguas orientales, sembró en quienes la conocieron un profundo interés por el conocimiento y la búsqueda de la hermandad entre los pueblos.
Cuando era niña -recordó en una entrevista- “era muy lindo ver los barcos cuando se alejaban y se transformaban en un punto, y luego desaparecían, adónde irán esos navíos, me interesaba saber qué había al otro lado del mar”.
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