Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
La caries en la infancia temprana es una de las enfermedades más comunes y, al mismo tiempo, una de las más prevenibles.
Esta condición es causada por bacterias que deterioran el esmalte dental; se ve agravada por el consumo excesivo de azúcar y mala higiene bucal.
Además, factores como dormir con el biberón y la fragilidad natural de los dientes de leche aumentan la vulnerabilidad a sufrir esta enfermedad.
Datos de la Escuela de Odontología de la Universidad de Costa Rica indican que el 80% de los menores de cinco años tiene caries.
Este hallazgo evidencia la necesidad urgente de reforzar la educación preventiva en salud bucodental desde etapas muy tempranas de la vida.
Detectar la caries a tiempo es crucial, aunque suele ser difícil en sus primeras etapas debido a la ausencia de síntomas notorios.
Entre las señales de alerta inicial están las manchas blancas, que luego se tornan amarillas, marrones o negras con el avance del daño.
Conforme la caries progresa, se pierde el esmalte dental y se forman cavidades visibles; también pueden aparecer mal aliento y dolor.
Estos síntomas suelen indicar que la enfermedad ya ha avanzado, lo que puede afectar la calidad de vida y el desarrollo del niño.
Las autoridades de salud insisten en la importancia de fomentar buenos hábitos de higiene bucal desde la primera infancia, como el cepillado diario.
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