Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Llegaron a Roma 124 de los 133 cardenales convocados para el cónclave del 7 de mayo; en medio de las especulaciones por la elección del nuevo Papa.
Entre los grandes temas discutidos destaca la crisis financiera del Vaticano, que registró un déficit de €83,5 millones en 2023.
Cuatro cardenales con funciones económicas expusieron el estado crítico de ingresos, donaciones y sostenibilidad de la gestión de la Santa Sede.
El cardenal Reinhard Marx planteó desafíos para mantener las estructuras económicas sin comprometer la misión espiritual del papado actual.
El cardenal Farrell habló sobre inversiones, mientras Schönborn y Vérgez abordaron vigilancia bancaria y administración del Estado Vaticano.
Además, la Asociación de Laicos Vaticanos denunció que sus salarios están congelados desde 2008, evidenciando tensiones internas por recursos.
Junto al aspecto económico, los cardenales debatieron sobre la creciente polarización en la Iglesia y la necesidad de unidad doctrinal.
El proceso sinodal, que ha sido impulsado por el difunto Francisco, fue visto por sectores tradicionales como una amenaza de democratización.
El clima previo al cónclave ha sido descrito como el más tenso en 50 años, según analistas y vaticanistas expertos como Marco Politi.
La elección buscará un Papa que dé continuidad con correcciones al legado de Francisco, equilibrando reformas con tradición eclesial.
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