Por Redacción. Esta nota fue elaborada con asistencia de IA
Imagen tomada de internet
Un deslizamiento de tierra arrasó la aldea de Tarasin, en Jebel Marra, Darfur, dejando más de mil personas muertas y un solo sobreviviente.
El desastre ocurrió después de varios días de intensas lluvias, provocando que masas de lodo y rocas sepultaran totalmente la comunidad.
El Movimiento de Liberación de Sudán (MLS), liderado por Abdulwahid al Nur, confirmó la tragedia y calificó el hecho como devastador.
El grupo solicitó apoyo urgente a la ONU y organizaciones humanitarias para colaborar en la recuperación de los cuerpos atrapados.
“Esto está más allá de nuestra capacidad”, declaró Nur a la AFP, subrayando la magnitud del desastre y la carencia de recursos.
Imágenes difundidas muestran casas destruidas, árboles arrancados y la aldea cubierta por gruesas capas de barro, evidenciando un panorama de destrucción total.
El gobernador de Darfur, Minni Minnawi, describió la catástrofe como una tragedia humanitaria que trasciende fronteras y requiere solidaridad internacional inmediata.
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