Una familia dedicada a la trata de personas, con fines de explotación sexual, fue desarticulada en Nicoya, así lo informó la Policía Profesional de Migración.
Durante el allanamiento localizaron 12 víctimas -costarricenses y nicaragüenses- quienes recibieron atención y asistencia por parte de las autoridades.
En el lugar fueron detenidos cinco miembros de la familia, de apellidos Herrera Jiménez, Herrera Villareal, Monge Salas, Martínez Arias y Cascante Pérez.
Otros dos sospechosos, Ortega Hernández y Villareal Sandoval fueron detenidos en Alajuela y en San José.
“La investigación, que inició en marzo de este año tras una denuncia, determinó que Herrera Jiménez, con participación de su grupo familiar y tres cómplices de apellidos Ortega Hernández, Martínez Arias y Cascante Pérez, sometían a las víctimas a realizar labores sexuales en un establecimiento ubicado contiguo al Maxi Pali de Nicoya. Donde permanecían bajo engaño, coacción y amenaza aprovechando su vulnerabilidad” detalló Alonso Soto, Subdirector de la Policía Profesional de Migración.
Allanaron tanto el establecimiento donde ofrecían los servicios de las víctimas como unas cabinas donde presuntamente sucedían los encuentros sexuales, así como una casa de habitación.
Reclutamiento
Las víctimas eran reclutadas a través de medios tecnológicos y de terceras personas que ofrecían trabajo en el establecimiento comercial; ellas, por su situación de vulnerabilidad accedían y ya estando en el lugar, eran obligadas a realizar el servicio sexual.
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