Imagen por Paul ELLIS / AFP
Mánchester, Reino Unido | AFP. Algo frustrante para el Manchester City, pero muy bueno para el espectáculo y la emoción: con un único gol de ventaja (4-3) sobre el Real Madrid, el equipo inglés sabe que alcanzar la final de la Liga de Campeones será sobre todo una cuestión de equilibrio, una cualidad que a veces le faltó el martes en la ida de esa semifinal.
Justo después del partido, el entrenador Pep Guardiola no quiso realizar un análisis muy detallado de un resultado que deja sabor agridulce en el City, pensando en la vuelta del miércoles de la próxima semana en Madrid.
“Sí, hemos fallado (ocasiones), pero también las hemos creado”, subrayó el técnico catalán.
“Quizás tendríamos que haber defendido mejor, quizás se puede decir que tendríamos que haber definido mejor, pero (…) no tengo ningún reproche que hacer al resultado, ningún reproche a nuestro juego o a nada”, aseguró.
Sus jugadores, por su parte, no ocultaron su sensación de haber dejado el trabajo a medio realizar.
“En los 90 minutos, tenemos la sensación de que podríamos haber ganado por un mejor resultado. Desgraciadamente, no hemos sabido aprovechar las tres veces que tuvimos dos goles de ventaja”, lamentó el portugués Bernardo Silva.
– Falta de efectividad –
“Tuvimos ocasiones para matar el partido y en este tipo de encuentros hay que materializarlas”, lamentó Phil Foden.
La falta de efectividad es un problema endémico en el City, sobre todo desde la marcha de Sergio Agüero, que dejó un hueco en el ataque. Si bien el equipo marca goles, y a veces en un alto número, también es muy frecuente ver a sus jugadores de arriba fallando ocasiones y por eso domina esa sensación de decepción tras cómo se desarrolló el partido del martes.
La relativa facilidad con la que llegaron al área de los madrileños debería animarles a tener más paciencia para el partido de vuelta en la capital española.
Sin jugadores importantes en defensa, con Joao Cancelo suspendido y un Kyle Walker todavía algo justo tras una lesión, Guardiola apostó por una táctica arriesgada el martes.
Con Gabriel Jesús en punta y Kevin De Bruyne y Bernardo Silva en el centro del campo, en vez de Ilkay Gündogan, la idea era presionar arriba al Real Madrid, acosar a su defensa, que da muestras de fragilidad en situaciones similares.
El City fue especialmente vulnerable el martes en su banda derecha, por donde vinieron los dos primeros tantos del Real Madrid.
– Walker, ¿de regreso en el Bernabéu? –
Tampoco es que el City defendiera mal. El primer gol de Karim Benzema viene de un centro que no hubiera sido una ocasión para el 99% de los atacantes y el penal del 4-3 se debe a una mano mal situada de Aymeric Laporte.
Una secuencia en el inicio de la segunda parte ilustra la dificultad vivida por el City: Fernandinho, que dio una asistencia en el 53 para el 3-1 se vio superado dos minutos más tarde por Vinicius Jr y luego tuvo que ver cómo su compatriota brasileño reducía la desventaja de los suyos, a un 3-2.
“Fernandinho no había jugado más que una vez, en la primera o la segunda temporada, como lateral derecho. No es fácil controlar a Vinicius porque es un jugador excepcional, pero hizo todo lo posible para ello”, relativizó Guardiola tras el partido.
Es muy probable que Walker, muy rápido, hubiera podido poner más en problemas a Vinicius. El internacional inglés debería estar totalmente recuperado para jugar en una semana en Madrid y aportar un pequeño suplemento de solidez defensiva.
En el estadio Santiago Bernabéu “sabemos que quizás habrá que subir el nivel, quizás jugar todavía mejor para poder alcanzar la final”, avisó Guardiola.
Los ingredientes parecen reunirse para una vuelta de semifinal apasionante. A Guardiola le corresponderá la misión de encontrar la fórmula para poder eliminar el próximo miércoles a un Real Madrid con una gran fortaleza mental.